Por Graciela Castellón
¿Quién iba a imaginar que un día las palabras iban conducirse sobre una “supercarretera”? En efecto, las palabras han sido importantes desde siempre y, en los últimos tiempos, han adquirido un estatus más allá de lo imaginable. En términos de realidad virtual, las palabras aparecen más que como simples conceptos, en un entorno donde su esencia, si bien no se ha perdido, son interpretadas a la vez por los cibernautas desde diversos lugares, en distintos momentos y situaciones.Pero, ¿cuál es el impacto de esa nueva manera de interpretar las palabras en la sociedad de la información?
Como periodista de un periódico salvadoreño, se de la importancia que en mi medio requiere el manejo de las nuevas tecnologías. Sin embargo, nunca me había tomado tan en serio “el espacio virtual” y el impacto que genera en el campo de la comunicación y los medios de información, si no hasta que descubrí las inmensas posibilidades de producir, transmitir contenidos en la Web. Con la muy acertada idea de crear un espacio virtual en el que todos los seres humanos podamos converger con solo dar un “clic”, en la actualidad con la WEB 2.0 se le ha dado paso a una era, en la que la información está determinada por la evolución tecnológica y el impacto de esta, no solo sobre los aspectos culturales y sociales, si no sobre los medios de comunicación, a escala global.Internet y las diversas herramientas que componen a esta red han dejado de ser “meros artefactos” de utilización técnica y se han convertido en la plataforma para concebir la información de una y mil maneras.
Es así como a través de la Web, millones de usuarios podemos acceder a cantidades infinitas de información y no solo eso, si no que con el paso del tiempo, se han logrado establecer patrones de uso de la red, en términos de creación y consumo de información.La llamada Web Social contempla la capacidad de los individuos de no solo consumir información, sino que seamos autores de nuestros propios contenidos. Los elementos del mundo físico y el virtual, ya no aparecen además tan distantes como al principio. Con los maravillosos Blogs, herramientas a través de las cuales podemos compartir información que normalmente en los medios de comunicación tradicionales, resulta a veces imposible publicar y que además, podemos filtrar de la manera en que queramos, dirigir los contenido hacia donde se nos antoje.La necesidad vital de comunicarnos ha hecho posible virtualizar la información, digitalizarla, tal como se hace con las imágenes y los sonidos, y hacerlo desde cualquier lugar, sin límites de espacio, ni tiempo.
Sin embargo, publicar contenidos propios, compartir y aprovechar información de otros, puede resultar complicado si no se utilizan los medios adecuados para ese fin.Miles de usuarios en todo el mundo, viajan en la supercarretera de la información sedientos de conocimiento o, en muchos de los casos, de curiosidad. Google, que acapara en Estados Unidos más del 65% del mercado, es uno de los buscadores en la red más visitados a escala global, pero esta herramienta se vuelve “inexacta” cuando se trata de proporcionar a los usuarios información certera acerca de contenidos específicos.La virtualización de la información es positiva en cuanto a romper barreras de comunicación en los medios tradicionales de información, determinadas por la censura o la falta de espacio. Sin embargo, puede generar incertidumbre y hasta desconfianza de la veracidad de los contenidos, aspecto que a las puertas de la Web 3.0 se irá superando.
Periodismo digital en El Salvador
Las nuevas tecnologías han abierto un espacio ilimitado al mundo de la información en cuanto al ámbito periodístico se refiere, que puede ser tan beneficioso como vicioso, e incluso, hasta peligroso. En El Salvador por ejemplo, país centroamericano del cual provengo, la era digital es aún un camino al que le queda mucho por recorrer. Los medios impresos y audiovisuales son los que acaparan el entorno mediático, siendo que solo hay un medio digital que publica semanalmente.En mi corta experiencia como periodista en el único periódico vespertino de mi país, Diario Co Latino, he podido corroborar la necesidad de que se creen medios digitales que actualicen de manera más eficaz la información que se suscita a cada instante.
Sin embargo, estoy consciente de la interrogante que se plantea ante esta posibilidad, que es en torno al tema de la credibilidad y la exactitud en la emisión de información, pues actualizar constantemente también puede implicar ser inexacto.Pero de igual manera, considero que la presencia de más medios digitales, con las especificaciones que estos merecen tener, haría en El Salvador una diferencia, en cuanto a la construcción de redes comunicativas más sólidas y eficaces, además de que abrirían un espacio importantísimo en las áreas de interactividad, publicaciones compartidas y la investigación, que en los medios tradicionales, se quedan cortas.