En este momento los weblogs me han abierto un nuevo mundo.
Un mundo claro y cercano.
Pero, ¿Cuánto tiempo pasará hasta que este mundo comience a nublarse?
¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que mi blog comiencen a llenarse de polvo y luego tenga que desempolvarlos, como dice Juan?
¿De dónde saco tiempo para escribir, si apenas tengo tiempo para dormir?
¿Cuánto tiempo pasará hasta que el mío se convierta en uno de eso blogs desactualizados que tanto criticamos durante la clase del Profesor Orihuela?
No lo sé. Por ahora sólo espero que termine pronto esta semana para poder volver a este nuevo mundo antes de que esta carrera contra el tiempo se convierta en una carrera imposible.