"El medio es el mensaje" es la frase que inmortalizó a Marshall McLuhan y cuya clarividencia alcanzó tal magnitud que terminó transformándola en el anatema de quienes quieran discutir sobre los escenarios que enfrenta la comunicación actual: no puede dejar de citarse.
Precisamente esa tesis será el centro de este ensayo. Si es que desde la invención de la imprenta se puede sostener que los medios de comunicación no sólo transmiten un contenido, sino que transfieren su propia lógica interna hacia sus receptores, ¿qué se puede esperar en la época de la e-comunicación?
Analicemos brevemente en qué consistiría esta nueva lógica interna. En tiempos de televisión, los reyes fueron -y siguen siendo- la estética del show, la dinámica del protagonista-héroe que lucha contra la adversidad en busca de su innegable "happy ending", y el predominio de la emotividad y la personalidad por encima del discurso racional. En la fase de la e-comunicación, en estos incipientes momentos no es claro cuál será el discurso que predominará. Sin embargo, se pueden plantear sólidas hipótesis a partir del desarrollo que conocemos hasta ahora.
Hasta ahora, los medios en la red han plagiado el modelo de su antecesor, hasta ahora el periódico, y basta con revisar los medios tradicionales para notarlo. No niega esta situación la tesis de McLuhan, pues precisamente él fue quien sostenía que todo medio comenzaba a avanzar mirando hacia atrás. Sin embargo en algún momento se produce el descubrimiento de un factor distintivo. Tal como han sostenido diversos autores a nivel académico, esa lógica interna de Internet como medio de comunicación es la hipertextualidad y el discurso multimedia.
Respecto a aquel, el modelo desarrollado con mayor potencia son los weblogs, o bitácoras virtuales. Se caracterizan, principalmente, por expresar a través de un lenguaje coloquial ideas o pensamientos que aparecen normalmente interconectados con pensamientos desarrollados por otros. Y que se desarrollan por un conjunto de personas distantes y ajenas en la realidad pero que forman una misma voz en el ciberespacio.
¿Comenzará ahora entonces a pesar sobre nuestra aprensión de la realidad esta suerte de análisis multifactorial en comunidad? Apropiada posibilidad para un mundo infestado de información. Ante la abundancia, lo única posibilidad de aprendizaje es la selección subjetiva. Y la interconexión personal es la que otorga causa y efecto al discurso. Algo así como la metáfora de la obra pop-art de Roy Lichtenstein pero a la inversa. Ya no son mil versiones individuales y desconectadas las que forman una misma imagen en sus cabezas las que construyen la escena de un beso. Ahora son mil imágenes diversas las que se desarrollan mediante indescifrables interconexiones comunitarias. La plaza pública reproducida y segmentada hasta el infinito. El fin de la aldea global.
En cuanto a la multimedialidad, las consecuencias resultan aún más sin precedentes, puesto que son escasas las muestras accesibles de verdaderos mensajes multimedia. Sin embargo, su coherencia con lo anterior proviene de su individualización. A cada persona, su mensaje. Es cada uno quien construye a partir de lo que consigue interconectar de lo expresado en paralelo por los diferentes medios intermezclados. Una comunicación en la que el receptor decide que quiere captar.
¿Podemos llamar a eso comunicación? ¿Es que queda algo de aquello de poner en común? ¿Y es que acaso en los supuestos tiempos de la aldea global lo hubo?
- ¿Hola? ¿Me escuchas? Estoy tratando de e-comunicarme contigo. ¿Me entiendes? ¿Puedes responderme?
El pronóstico para el día de hoy: nublado cambiando a parcial. Aún se avizoran fuertes interferencias en el ciberespacio. No haga caso de quienes le prometen que está temporada se llevarán los pantalones ajustados a lo medio de comunicación de masas y los estampados multimedia. Luciría fatal. La vanguardia no está de moda.
Sí, que siempre quiso vestirse de papel periódico, y que una antena amarrada a la cintura adelgaza, dicen las estrellas del mouse. Pero desconfíe. ¿A santo de qué esta excitación? El supermercado de la información siempre ha estado a su alcance a la vuelta de la esquina.
¿Realmente quiere dedicarse a cultivar sus propias patatas frescas, cuando hay quienes que incluso se las pelan gratis? Pero es que esas que te regalan por ahí no tiene ese saborcillo a voz propia, dicen los agoreros de la blogósfera. Pues es que son como las lentejas, cariño. Si te gustan las tomas, y si no las dejas, y vas a por otras. Porque hay muchas cacerolas donde escoger. ¿Para qué tomarte la molestia de cocinar las tuyas propias? Exija su derecho a la información. Delegue todo cuánto pueda.
- Que lo intento, chico, que intento responderte, pero es que no hay quien pueda desmarañar este chisme, que no lo hay, vamos.
Madrid Nueva York. Kilómetros y océanos de distancia. Claro, el vuelo 8546 de Iberia puede cruzarlo en sólo unas pocas horas. Por la módica suma de US$ 3.000. Y si estás en Nairobi nada más tienes que desembolsar US$6.000 ¿Quién se sube? Vamos, que hay sitio.
"¿Y a la blogósfera por cuánto?" Ah, es que cruzar la brecha digital si que es un paquete turístico de primera, le digo. El cohete lo tiene que reconstruir usted mismo, las piezas las puede ubicar entre las 4.800.000 estanterías de su WebMart más cercano. Descuentos especiales para los que lleven carnet de adulto y de miembro del tercer mundo. No se la puede perder.
La sonrisa de la Monalisa. El enigma de lo que no se deja ver. Que no, que es una película de la Roberts, zopenco. Un cuadro famoso. Una tela pintada en óleo. ¿Qué dices? ¿Qué entiendes? No te puedo escuchar. No te logro entender.